CAPITULO 21

CAPITULO 21

¿Quién será a estas horas?- se preguntaba Julia mientras se dirigía a abrir la puerta. Abrió sin pensar, creyendo que sería Bill….se quedó plantada cuando vio quién había al otro lado de la puerta.
-Carla: hola. Sé que es tarde, pero estoy cansada de estar como el perro y el gato contigo .Eres mi amiga y creo que ya es hora que solucionemos esto como adultas , no crees?
Julia se quedó callada. Los ojos la pesaban mucho.
-Carla: Julia!!!! Di algo! no?
-Julia : son las tres y pico de la mañana por lo menos, y tú quieres hablar de eso en este preciso momento….si que tienes que estar cansada de esto, porque anda que tener ganas de hablar del tema a estas horas…….Pasa.
Tras una larga conversación, ambas aceptaron tener parte de la culpa, y prometieron intentar no volver a repetirlo. Estaba claro que aún hacían falta muchas otras cosas a parte de unas cuantas palabras dichas a media noche para que el tema quedara zanjado, pero al menos, ya habían empezado a perdonarse la una a la otra.
-Carla: hay otra cosa que he venido a decirte.
-Julia: dime.
-Carla: recuerdas dónde te he dicho que trabajo verdad?
-Julia: si, por?
-Carla: he visto a Tom esta noche.
-Julia: oh! No me digas que habéis vuelto a discutir.
-Carla: no, no es eso, la verdad es que nunca creí oírle hablar tan bien de alguien en la vida, pero el caso no es ese, sino que…bueno, Bill también estaba con él.
-Julia: ya bueno, después de la que me ha montado, menos mal que se ha ido a buscar a su hermano…..no sabía dónde podría estar, estaba preocupada ,ya me dejas más tranquila. Gracias.
Sonó el timbre.
Tom esperaba apoyado en el marco de la puerta con cara de cansancio, mientras que Julia se dirigía a abrir la puerta de nuevo.
-Julia: es Tom-dijo en voz baja. Y abrió la puerta.
-Tom: hola, perdona si te he despertado es que quería hablar contigo.
-Julia: que tiene esta noche de especial que os ha dado a todo el mundo por no querer dejarme dormir???
-Tom: todo el mundo? –dijo mientras Julia le señalaba a Carla que estaba apoyada en la puerta de la terraza.
-Carla: hola.-dijo sin mucho entusiasmo.
-Tom: teníamos un trato, no?
-Carla: no lo he incumplido. Aún.
-Julia: qué trato?
-Carla: será mejor que te lo cuente él, verdad Tom???Yo me marcho ya, que mañana tengo que madrugar. Ya hablamos vale, nena???
Carla salió despidiéndose de su amiga con la mano y dejándola confusa.
-Julia: Pasa. Y más te vale que me digas qué es lo que pasa.
Tom se dispuso a hablar, pero antes de que comenzara Julia le cortó.
-Julia: sé que Bill ha estado contigo, así que más te vale que no se te ocurra ocultarme nada o intentar engañarme, estamos???????
-Tom: está bien. –dijo mientras caminaba hacia la terraza.
-Julia: dónde vas si se puede saber?
-Tom: quieres que te cuente qué ha pasado esta noche?
-Julia: si
-Tom: pues entonces necesito que me dé un poco el aire, de acuerdo?
-Julia: está bien .
Una vez fuera , Tom se encendió un cigarrillo…y se dispuso a comentar la noche.
“ Había quedado con Javi y con un amigo suyo para tomarnos unas copas, sin tener ni idea que en ese bar trabaja Carla, pero bueno, eso es cosa aparte. El caso, es que mientras estábamos hablando, vi a Bill entrar y sentarse en la barra. No me di cuenta del pedo que llevaba hasta que me acerqué a él. Le pregunté que qué había pasado, que por qué estaba él allí y tú aquí. Y…. si es que parece que no puedo abrir la boca porque siempre la cago-Julia le miró alzando una ceja- a ver- prosiguió él – le dije que no sabía cómo podía aguantar tanto sin tener sexo, pasando todo el día contigo”
-Julia: muy típico de ti Tom.
-Tom: calla y escucha.
“ Él me dijo el otro día que hasta que tú no estuvieras lista él no iba a hacer nada. Por eso me ha chocado tanto lo de esta noche.… en fin, iba bebido, vale? quiero que eso lo recuerdes bien, porque cuando bebemos hacemos cosas que no queremos, decimos cosas que no queremos decir y pensamos cosas que no debemos…..-Julia lo miro temerosa, se estaba pensando lo peor.- No me mires así, no se ha liado con nadie. Pero he tenido que ayudarle para eso….”





Julia bajó la mirada y la posó en el suelo, no quería que Tom la viera los ojos. Las lágrimas habían comenzado a salpicar en el suelo y sobre sus pies descalzos. Tom se acercó a ella, y la levantó la cara con la mano delicadamente.
-Tom: no se lo tengas en cuenta, está preocupado, piensa que aún no le has perdonado lo que pasó en Alemania, y que por eso no quieres acercarte a él.
-Julia: ya, y por eso va por ahí intentando tirarse a cualquiera no????
-Tom: las cosas no son siempre blancas o negras, hay demasiadas tonalidades grises como para que sean así de sencillas.
En ese momento sus miradas coincidieron …
-Tom: perdóname
Julia no entendía a que había venido eso… y cuando calló en la cuenta fue demasiado tarde. Sus labios ya se hallaban entre los brazos de los de Tom. Al principio la sorpresa no la dejó reaccionar, y cuando fue lo bastante consciente de la situación como para hacerlo algo en su interior la obligó a continuar en contacto con sus labios.
Tom se separó despacio , aún con sus manos en torno a la cara de Julia…
-Tom: nunca he envidiado a mi hermano hasta este instante. No sé que habría sido peor, quedarme sin saber qué se siente al besarte, o haberlo hecho y saber que va a ser la primera y la última vez que lo haga.
Julia estaba sin palabras, miraba al chico que tenía delante de la misma forma que habría mirado a Bill, pero él no era Bill, era su hermano, y acababan de besarse… -Yo…- comenzó a decir, pero sus palabras se atascaban en su boca y su garganta era incapaz de producir sonido alguno.
-Tom: perdóname, de verdad, he sido un egoísta pensando sólo en lo que yo quería y tú, tú estás con mi hermano, y …
Y en ese momento sin saber por qué Julia dijo algo que nunca creyó poder hacer.
-Julia: bésame.
Tom, desprevenido, reaccionó por puro impulso aceptando la orden, volviendo a juntar sus labios con los de ella, solo que esta vez no era un beso delicado, si no uno ardiente, como si estuviesen agotando el último aliento que les quedaba en ese beso, mientras las luces de la ciudad observaban en silencio la escena.

Mientras tanto, en el campus, Bill se había despertado sobresaltado. No se encontraba bien, y a penas recordaba algo de lo que había hecho esa noche. Se giró hacia la ventana buscando algo de sol, pero se dio cuenta de que aún era de madrugada. Miró la cama de al lado y la vio vacía, seguramente su hermano estuviera todavía por ahí de juerga. Recordó la pelea con Julia y se sintió mal, realmente había veces en las que podía ser todo un imbécil. Se levantó para ir al baño, tanta bebida no le había sentado nada bien, y ahora le pasaba la factura….sentía como su estómago se retorcía de dolor…. Tras pasar 20 minutos encerrado comenzó a sentirse algo mejor, lo justo para poder regresar a la cama. Buscó su móvil , dudó en si llamarla o no, y al final optó por mandarla un mensaje.
“Supongo que estarás dormida, Dios, no sé ni por dónde empezar. Me he pasado un montón esta tarde, lo sé, la verdad es que no sé por qué lo he hecho. Es solo que, bueno, se nota mucho que es la primera relación en condiciones que tengo desde hace mucho verdad? No tengo ninguna prisa en hacer el amor contigo, lo único que quiero es demostrarte que te quiero, poder mostrártelo con mis caricias, con mis besos, hacerte sentir bien. Ya sé que no lo he demostrado hoy en absoluto, pero eres lo que más me importa en esta vida, gracias a ti he descubierto que no está vacía , sino que hay algo para cada uno de nosotros, que hay alguien, y yo he tenido la suerte de encontrarte, y aún no encuentro la manera de agradecerte todo lo que has hecho por mi. Sé que es una disculpa un poco pobre, después de todo te he dicho cosas horribles, te he dejado tirada esta noche, y lo peor de todo, creo que esta noche he sido el mayor borracho que te hayas podido cruzar, pero….. solo te puedo decir que te quiero, que espero que disculpes mi comportamiento esta noche y que me dejes pasar otro día más a tu lado, porque es lo que hace que en los momentos más malos, tenga ganas de sonreir.
Buenas noches.”

Se separaron de nuevo.
-Julia: es , es mi móvil - dijo sin aliento mientras corría hacia la habitación para coger su teléfono. Tom entró mientras ella leía el mensaje.
-Tom: es él verdad? Es mi hermano?
-Julia: si. Dios … cómo se nos ha podido pasar algo así por la cabeza?-dijo comenzando a llorar.
-Tom: shh-dijo acercándose a ella – ya está… no pasa nada.
-Julia: cómo que no pasa nada?
-Tom: no, tú le quieres no?
-Julia: pu-pues claro!
-Tom: y yo también. Así que lo mejor es que esto no haya pasado. Somos amigos no?
-Julia: eso creía yo…
-Tom: pues dejémoslo en una demostración afectuosa de amor entre amigos… que no va a volver a repetirse.
-Julia: no es tan sencillo.
-Tom: pues hay que intentarlo. Porque no estoy dispuesto a hacerle más daño a mi hermano, y tampoco a alejarme de ti.
-Julia: no, no sé…. Ahora no puedo ni pensar, siento como si me ardiera la cabeza.
-Tom: vamos, será mejor que te acuestes y que me marche. Ya verás cómo mañana lo vas a ver de otra manera.
-Julia: ya, y aunque en un caso remoto eso fuera así…. Tú vas a ser capaz de verme de otra manera?
-Tom: eso es algo con lo que tendré que cargar yo solo. Así que no te preocupes, y descansa-dijo mientras la daba un beso en la mejilla y abría la puerta para marcharse, dejando a Julia con el móvil en una mano y la otra en su cara, rozando el sitio donde instantes antes había posado Tom sus labios.